En ese sentido, el periodo que se abre está marcado por una gran esperanza, ya que mientras más fuertes son los ataques de la oligarquía y el imperialismo, significa que con más fuerza el pueblo está avanzando en su liberación, en la construcción de un futuro libre, soberano y justo.
El desafío está en avanzar en el reagrupamiento y la unidad de todas las fuerzas populares y democráticas en torno a un proyecto político que plantee al pueblo las cosas en forma clara, que supere el oportunismo y el fatalismo, y que apunte realmente a la transformación profunda del Paraguay, desde la raíz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario